El sentido del lugar es una expresión utilizada por Adams (1997), quien ha establecido:
... se desarrollará aprovechando las características locales del entorno socio-fisico, que le infiere a la educación la afectividad que anime unas conexiones más positivas entre la gente y los lugares, que desarrolle capacidades criticas y capacite a la juventud para visualizar un futuro mejor a través de la educación estético-artistica (p 10)
En este mismo orden de ideas, Calbó (2001) indica que el proceso psico – cognitivo que ocurre para que las personas reconozcan el lugar como propio, debe cumplir como mínimo con las siguientes fases:
Conocer, apreciar y reconocer el entorno; comprender, sentir y reclamar el lugar; conservar, restaurar y transformar el lugar; en cada uno de estos pasos se va expresando distintos niveles sensorio-perceptivo, expresivo, cognitivo-disciplinar y ético-cultural (p 3).
Los primeros pasos en el proceso del reconocimiento, en el caso de edificaciones escolares y los alumnos, se dan prácticamente solos, aunque no exista un programa que los guié, ya que los alumnos van creando un nexo afectivo por el tiempo de permanencia y las experiencias que allí se viven. Sin embargo, es preferible que el reconocimiento del lugar sea el resultado de la orientación de los educadores, para evitar malas experiencias, que pudieran producir efectos contrarios a los que se espera, y el reconocimiento sea solo en los aspectos negativos.
Al respecto ha establecido Juanola (1997), que la mayoría de los educadores implicados en proyectos de recuperación de zonas patrimoniales o de entornos escolares resaltan la necesidad profundamente ética, de desarrollar en la población joven, tan influenciada por el consumismo y la novedad tecnológica, la apreciación de los valores humanos, además de la percepción y la expresión de las propias emociones, decisiones y opiniones respecto del lugar (primeros niveles de la reconexión ambiental), la multidisciplinariedad y el trabajo en equipo; todos estos factores unidos a la satisfacción del trabajo concluido superan el marco estricto de lo artístico y configura un proceso exitoso de educación ambiental
... se desarrollará aprovechando las características locales del entorno socio-fisico, que le infiere a la educación la afectividad que anime unas conexiones más positivas entre la gente y los lugares, que desarrolle capacidades criticas y capacite a la juventud para visualizar un futuro mejor a través de la educación estético-artistica (p 10)
En este mismo orden de ideas, Calbó (2001) indica que el proceso psico – cognitivo que ocurre para que las personas reconozcan el lugar como propio, debe cumplir como mínimo con las siguientes fases:
Conocer, apreciar y reconocer el entorno; comprender, sentir y reclamar el lugar; conservar, restaurar y transformar el lugar; en cada uno de estos pasos se va expresando distintos niveles sensorio-perceptivo, expresivo, cognitivo-disciplinar y ético-cultural (p 3).
Los primeros pasos en el proceso del reconocimiento, en el caso de edificaciones escolares y los alumnos, se dan prácticamente solos, aunque no exista un programa que los guié, ya que los alumnos van creando un nexo afectivo por el tiempo de permanencia y las experiencias que allí se viven. Sin embargo, es preferible que el reconocimiento del lugar sea el resultado de la orientación de los educadores, para evitar malas experiencias, que pudieran producir efectos contrarios a los que se espera, y el reconocimiento sea solo en los aspectos negativos.
Al respecto ha establecido Juanola (1997), que la mayoría de los educadores implicados en proyectos de recuperación de zonas patrimoniales o de entornos escolares resaltan la necesidad profundamente ética, de desarrollar en la población joven, tan influenciada por el consumismo y la novedad tecnológica, la apreciación de los valores humanos, además de la percepción y la expresión de las propias emociones, decisiones y opiniones respecto del lugar (primeros niveles de la reconexión ambiental), la multidisciplinariedad y el trabajo en equipo; todos estos factores unidos a la satisfacción del trabajo concluido superan el marco estricto de lo artístico y configura un proceso exitoso de educación ambiental
En síntesis, la utilización del concepto y de las implicaciones sensitivas de la estética ambiental para lograr la recuperación de las áreas escolares representa una oportunidad para facilitar el trabajo cooperativo de la comunidad educativa, la cual saldrá fortalecida de esa experiencia, con una mejor apreciación de la institución, lo cual podría incidir en la obtención de un mejor ambiente de aprendizaje para los alumnos.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Adams, E. (1997). Public Art. People, Projects, Process- London; LAB, PASW, SA, SEA, and the Arts Council of England.
Calbó, M. (2001). Respuesta de la educación artística a la crisis ambiental: ejes y prácticas. [Disponible en línea]. http://www.geocities.com/aica2000/calbo.html
Juanola , R. (1997): Museus: Un eix transversal per conèixer Girona.- Perspectiva escolar, N. 213, 15-26
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